
¿Hacia dónde vamos en la administración de justicia?
Ya somos ocho mil millones
En algún momento del mes de noviembre se reconocerá el nacimiento del ser ocho mil millones en la tierra.
De ese tamaño los retos que le quiera ver; el cuidado del medio ambiente, la calidad y cantidad de la energía necesaria para que la economía se mueva, los alimentos necesarios, el procesamiento de la basura que cada uno de nosotros genera.
En naciones de Asia estará concentrada 60 por ciento de la población y en América, el continente, el 11.9 por ciento. En México el 1.6 por ciento.
Reconocer en dónde se concentrará la población dará énfasis en la manera en que la economía global pretenda conformarse. Asia, si concentra en su mayoría las innovaciones, los patentes y los avances tecnológicos así como su producción, dominará al mundo. China encabezará ese grupo de naciones aunque dejará de ser la población más numerosa en la tierra cediendo ya ese lugar, a partir del 2023, a la India.
La reconformación de la economía global fue empujada por la pandemia. Muchas de las naciones no se han recuperado del gran encerrón e intentan recuperar las formas que tenía su economía antes del 2020 cuando esas maneras no volverán a recuperarse nunca.
México tiene que atreverse a reencaminar su estrategia, si es que alguna existe ahora, para dar respuesta a esa dinámica,a esas nuevas formas de relacionarse entre los países a partir de la organización que se ejerce para que los países puedan satisfacer sus necesidades y las de sus poblaciones. Por eso es importante no perder de vista cuántos seremos y en qué esfera continental jugamos.
En China mil 450 millones de población, en la India mil 410 millones aunque en algún momento del segundo semestre del 2023 superará a China (hacia mil 600 millones) sin dejar de ser parte de su conglomerado continental.
Europa tendrá 750 millones, el doble de la población Noteamericana. Europa representaba 30 por ciento de la población mundial y hoy pesa menos del 10 por ciento.
Norteamérica pesará por sus 602 millones de los cuales 335 millones estarán en Estados Unidos, Canadá con 39 millones y México con 133 millones aproximadamente.
Cómo nos alimentaremos, cómo generaremos la energía que tanto nuestra economía como la región a la que pertenecemos requiere y cómo procesaremos los desperdicios que la labor económica genera en el país.
La pandemia nos ha dejado en claro que no podemos depender de los otros al grado de poner el riesgo nuestra soberanía. La dependencia es una mala posición estratégica que no debemos permitir. Por ello Estados Unidos desea incrementar y convertir en líder a América del norte en materia de la producción de los semiconductores.
La contingencia sanitaria puso en evidencia el riesgo que para una economía como la de Estados Unidos representa el que más del 80 por ciento de los semiconductores sean producidos y se exportan desde la esfera asiática.
Independientemente de ello, en la recomposición del rompecabezas productivo, la energía de origen limpio jugará un papel relevante. Es obligación de la presente generación iniciar hasta donde se pueda una labor de reversión del daño que le hemos hecho a la naturaleza. No conseguiremos revertirlo pero al menos debemos detener el daño que venimos aplicándole al medio ambiente.
Trabajar en ello como región debe ser un deber ser en el que la tarea estratégica de este gobierno de fortalecer a las empresas productivas del estado en contra de la alternativa de permitirles sumar en un sano ambiente de competencia puede ser en gran parte incompatible.
Ya veremos qué dicen los gobiernos de México y de Estados Unidos. Parecería que convienen estrategias en el sentido que esta colaboración apunta. Ya veremos si son imaginarias o reales.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo
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