Con basura y árboles mutilados vive Cozumel Día del Medio Ambiente

05 de junio de 2019

22:14

Omar Medina/ Quadratín Quintana Roo

COZUMEL, QRoo, 5 de junio de 2019.- Las acciones que grupos ambientalistas llevan a cabo para evitar mayores afectaciones al frágil ecosistema de Cozumel, contrasta con la indiferencia de las autoridades de los tres órdenes de gobierno ante el acelerado deterioro del entorno ecológico de la isla a causa de la basura que es arrojada en las pocas áreas verdes que quedan en la mancha urbana, resultado de un servicio deficiente de recolección y de la inexistencia de programas que promuevan el reciclaje en la comunidad, así celebró Cozumel el Día del Medio Ambiente.

Árboles mutilados, basura y más basura hacen peligrar el paraíso turístico que se promociona en el mundo.

Ejemplos de ello se pueden ver sin tener que buscar mucho, pues basta con recorrer cualquier colonia de la ciudad, incluida la zona centro, para darse cuenta del problema que no han podido o no han querido resolver quienes tienen la facultad e incluso la obligación de atender tales carencias.

Los ciudadanos optan por buscar una rápida, pero peligrosa solución, al problema de la basura doméstica que se genera de manera cotidiana, la cual supera las 100 toneladas por día.

Irónicamente, este 5 de junio se conmemoró el Día Mundial del Medio Ambiente, fecha que en Cozumel simplemente pasó desapercibida para las autoridades, pues ninguna dependencia municipal, estatal o federal realizó actividades en el marco de esta importante fecha; todo lo contrario: tal parece que el objetivo es destruir lo que queda del entorno natural, al menos dentro de la ciudad, al otorgar permisos para la tala de árboles, como el que hasta el fin de semana se encontraba en un predio ubicado en la calle 5 sur con 65 avenida de la colonia Adolfo López Mateos que, tras haber sobrevivido a los embates de huracanes tan devastadores como Gilberto, en 1988, y el Wilma, en 2005, hoy en cuestión de horas, ha sido reducido a un montón de trozos de madera que, seguramente, también irán a parar a algún lote baldío de la ciudad, en lo que es una verdadera desgracia.