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CANCÚN, QRoo, 6 de octubre de 2018.- Para Laura Isabel, madre de Dander, un niño de 9 años de edad que fue diagnosticado con cáncer en la sangre, mejor conocido como Leucemia, fue triple el suplicio.
Para empezar no tenía dinero. Su marido es vendedor ambulante en los tianguis y la noticia los conmocionó hace cinco años atrás.
El no haber un hospital que atendiera a su hijo en Cancún los hizo ir y venir de Mérida, Yucatán, muchas veces y que el pequeño, en ese entonces de cuatro años y seis meses, tuviera que convalecer de sus quimioterapias en el autobús, cuando el cansancio es muy agotador.
“Todo empezó hace casi cinco años, cuando Dander empezó a quejarse de dolores en la rodilla, que fueron cada vez más intensos.
“Su papá y yo pensamos que era por las caídas de su bicicleta y lo llevamos al doctor, quien le recetó vitaminas, pero Dander recayó una y otra vez.
“Fueron casi seis meses de ir de doctor en doctor para saber qué mal afectaba a mi hijo, hasta que uno dijo que posiblemente era Leucemia”, relata la angustiada madre.
En Cancún no había quien los apoyará médicamente y hasta Mérida tuvo que ir la familia para que le hicieran los estudios y confirmaran el diagnóstico, allá también se tendrían que hacer las quimioterapias.
Pero eran muy costosos los viajes para ellos en pasajes, pago de comida, alojamiento y qué decir de los medicamentos.
Laura Isabel comenta que el doctor Pablo les recomendó acudir a la Fundación Aitana, la cual desde el primer momento les apoyó económicamente con medicamentos y pasajes de autobús, lo que fue un gran alivio.
Vivieron meses de angustia hasta que poco a poco Dander respondió al tratamiento y este pequeño guerrero, quien admira a Supermán, fue declarado en seguimiento el 23 de abril de 2017, proceso en el que seguirá algunos años porque aunque la enfermedad ya no está en el cuerpo puede aparecer en cualquier momento.
Para la esposa del vendedor ambulante de churros, papas y marquesitas en los tianguis esa problemática verdaderamente desgastante ya no la tendrán que vivir los niños de Cancún que no están afiliados al IMSS o al ISSSTE, gracias a la nueva Área de Quimioterapia Ambulatoria (Aqua) del Hospital General de Cancún Jesús Kumate.
El ir y venir de Mérida cansaba a Dander, le bajaba aún más sus defensas, narra la admirable señora; no cualquiera puede soportar el embate de ese flagelo que cada día es más común en México.
El pequeño Dander a la fecha tiene nueve años seis meses de edad y la oportunidad de vivir y de hacer realidad sus sueños y lo más importante: tiene salud
Algo que en ocasiones no se valora, pero que sin duda, es lo más preciado para quienes han vencido al cáncer.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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