Inflación por pecados propios

Universo Pyme

Se ha hecho énfasis en que parte importante de la presión inflacionaria que aqueja a nuestra economía tiene componentes importados derivados de los trastornos que ocasionó en la economía global la pandemia y la guerra que Rusia inició contra Ucrania.

Esto es verdad, aunque no se menciona con claridad que hay componentes propios en la carestía que se presenta en los productos que están sobre la mesa de las familias mexicanas.
 
Líderes productores en cultivos básicos como el maíz, el frijol y el arroz hablaron con el autor de estos renglones y queda claro que el Gobierno de la 4T es también en parte responsable de la distancia que existe entre lo que el país produce, al menos en esos cultivos, y lo que en la nación se demanda.
 
Los productores al menos de dos cultivos como son el maíz y el frijol señalan que el gobierno mexicano les ha retirado programas de apoyo a partir de 2019 que resultan fundamentales para mantener o incrementar la productividad.
 
El líder de productores de frijol en Sinaloa  afirma que el retiro de apoyos ha sido la razón fundamental por la cual el año pasado se importaron  60 mil toneladas del producto y este año sea necesario pasar la compra en el exterior de 158 mil toneladas, lo que representa un aumento de 163 por ciento.
 
No hay apoyos para incrementar la productividad, la capacitación, la compra de pesticidas y herbicidas como tienen productores en Europa y Estados Unidos  o Canadá. La inexistencia de sistemas modernos de riego deriva en inconsistencia en las cosechas y rentabilidad baja. El gobierno ha prometido pero cuando cumple tarda en hacerlo. Es momento en que no les llegan los famosos fertilizantes gratuitos comprometidos por el Presidente de México.
 
Extienden su queja como lo hacen otros productores. Ahora sienten que se les quiere culpar en parte de la crisis de precios en alimentos básicos cuando no se les ha prestado atención en lo que va del actual gobierno. Ahora si se les ve, pero solo para responsabilizarlos en parte por la carestía de básicos.
 
Los productores de frijol desean  auténticos precios de garantía que les materialicen  al menos un 20 por ciento de rentabilidad porque hoy en día la industria y los intermediarios se quedan con tajadas más atractivas que los propios productores.
 
La mayor parte de la producción de frijol se localiza en los estados de Zacatecas, Durango y Chihuahua (63 por ciento) siguiéndoles Sinaloa y Nayarit.

Lamentablemente la mayor parte de la producción carece de sistemas de riego y fundamentalmente depende de los climas benignos.

La importación creciente se realiza desde Estados Unidos, Canadá, Argentina y China incluso.
 
Para el caso del maíz los productores de Sinaloa se quejan de que el Gobierno Federal actual canceló 17 programas de apoyo a la producción de maíz y principalmente les ha impedido modernizar la maquinaria usada en  la producción. Señalan que la mayor parte de los beneficios los llevan los industrializadores del producto. Los fertilizantes han incrementado 171 por ciento desde 2020 a la fecha que no se ha podido descontar.

No hay aumento en la productividad porque la mayor parte de los terrenos en los que se cultiva el grano son espacios donde no hay sistemas de riego y están, al igual que los productores de frijol, a expensas de lo que la bondad del cielo les aporte.
 
En lo que se refiere al caso de arroz, el cultivo se hace en 12 estados de los 16 que antes se hacía. Antes de la mitad de la década de los años noventa prácticamente éramos autosuficientes pero dejaron de apoyar a los productores y por ser más barato para el ama de casa y para los compradores institucionales, prefirieron comprar arroz asiático que es de menor calidad que el mexicano pero que es 50 por ciento más barato.
 
Hoy se tiene que importar 75 por ciento de nuestras necesidades y si no se refuerzan los apoyos a los productores en este año y el siguiente se tendrán que importar más del 85 por ciento de nuestras necesidades.

Pugnan por mejores precios de garantía para que la lista de productores no siga haciéndose más pequeña.
 
En todos los casos los dirigentes de los productores del campo afirman que la criminalidad organizada ya los visita y lesiona los intereses de los productores encareciendo además sus productos.

Esto es algo muy grave que el gobierno no reconoce: la política de seguridad en su rotundo fracaso es en parte responsable de que esos productos sean más caros porque el pago de derechos de piso o de traslado finalmente forman parte de la cadena de producción, transportación y comercialización al menudeo porque en toda la cadena, en toda existe un costo que el narco impone a los productores de básicos.
 
Algo que el Gobierno no solo no reconoce, sino siquiera menciona.

Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.

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