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FELIPE CARRILLO PUERTO, QRoo, 27 de octubre de 2018.- El Hanal Pixán, comida de ánimas, es una costumbre enraizada en esta ciudad y en toda la Península de Yucatán, pues forma parte de su identidad cultural.
Cada año en las escuelas primarias y aún en las de nivel superior, se realizan ofrendas en altares que se instalan siempre al oriente de plazas, canchas o salones.
Se pensará que lo hacen por la calificación, pero no es así exactamente: el Hanal Pixán es algo que niños y jóvenes conocen como parte de las tradiciones familiares porque también hacen los altares en sus casas.
Esta costumbre se enriquece con la diversidad cultural que traen quienes, provenientes de otros estados, han decidido quedarse a vivir en el corazón de la zona maya en las últimas décadas.
La costumbre de celebrar esta visita de las ánimas, pixanes, viene desde antes de la invasión y conquista española.
Los mayas reconocían a Aj Puch como el dios de la muerte que residía en el inframundo y recordaban cada mes a los difuntos el día Kimi, la muerte.
El mes maya era de 20 días y uno de éstos se dedicaba a Kimi; cada 20 días se ofrendaba a una energía o nawal, así además de Kimi, se ofrecía al jaguar o baalam, al pájaro o ch’íich, al pedernal o etznab, al lagarto o ayim, al viento o ik; a la serpiente o kaan, algunos de los días del calendario sagrado, el Tsolkín Maya.
Con la conquista, la espiritualidad maya fue perseguida, combatida y asesinados muchos de sus guardianes: chilames, aj kines. Algunos elementos de esta espiritualidad antigua se tuvieron que mezclar con la religión católica que impusieron los españoles y, por ello, sobreviven hasta la actualidad manifestándose en el Hanal Pixán y otras tradiciones religiosas de nuestra región maya.
Esta tradición anual es entonces ancestral, es parte de la cultura regional de Quintana Roo y en la que cada ciclo se celebra a los ancestros y seres queridos ya fallecidos.
No están materialmente, pero hay la creencia de que su energía, su espíritu o pixán acompaña siempre, y por eso hay que recibirlos con lo mejor que se tenga y con lo que haya sido de su agrado en su vida física.
La globalización trae también otras costumbres de occidente y de oriente, por ello resultan importantes las iniciativas nuevas que surgen para mantener fortalecidas las tradiciones antiguas.
Así Pixán, el Festival de las Ánimas que organiza el Ayuntamiento de Felipe Carrillo Puerto, en Quintana Roo, resulta por demás un acontecimiento interesante.
Según uno de sus promotores, Valentín Gómez, director de Proyectos de la Comuna, con esta festividad Felipe Carrillo Puerto levanta la voz desde una excelente atmósfera mística para enseñar al estado y la región peninsular su cultura viva y que distingue a sus habitantes.
“Estamos seguros que el Festival de las Ánimas atraerá la atención de muchos, será un deleite para la ciudadanía carrilloportense así como para visitantes nacionales y extranjeros”, comenta.
En el programa del festival, que se realizará del 31 de octubre al 2 de noviembre, se incluye la participación de artistas locales que destacan en el plano nacional y entre ellos se cuenta a los grupos Chan Santa Roots y Vibrazión Natural, que interpretan sus propias canciones y melodías en español, maya e inglés al ritmo de reggae, jazz y cumbia; Hum Batz, música maya antigua; cantautores como Julkín Chablé, MC Pan Dulce y Oro Maimai; Grupos de Mayapax, teatro y danza, así como la participación de la destacada Brigi Cuentacuentos.
Todos y todas confluyen en un mismo objetivo que es el de fortalecer la cultura maya popular en estos tiempos de globalización.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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