
Tensiones en la industria de la construcción por aranceles de Trump
CANCÚN, QRoo, 10 de marzo de 2020.- Para la Organización de las Naciones Unidas, la crisis económica y una inminente recesión internacional viene de la mano del coronavirus, apoyada por el abaratamiento de los barriles de petróleo y de las pocas políticas eficaces contra el cambio climático.
El mundo enfrenta ahora las 4C: crisis, coronavirus, crudo y cambio climático, y espera que ciudadanos y gobiernos sean resilientes.
Pero cómo llegamos a esto: tras el anuncio de una mega producción de Arabia Saudita, especialistas estiman que la economía mundial tendrá un pérdida aproximada de un billón de dólares, en el mejor panorama y agregan que estamos en una situación no visto anteriormente, por lo que “superar esta crisis requerirá medidas macroeconómicas, políticas correctivas y reformas institucionales para construir un crecimiento robusto, sostenido, equitativo y también respetuoso con el clima”.
Este lunes fue catastrófico para el mundo: mostró la incertidumbre internacional ante una pandemia y el daño que puede llegar a hacer la volatilidad de la mano de los especuladores.
En México, la ampliación de las coberturas cambiarias implementadas por el Banco de México en coordinación con la Secretaría de Hacienda, frenaron el alza del dólar ante el peso. De tener un tipo de cambio fijo, la devaluación hubiera sido más que evidente.
El pánico generado por un virus muy contagioso, pero que mata diariamente menos que un cáncer de seno o una diabetes, ha provocado la contracción de la industria automotriz y de otros sectores incluidos los que fabrican instrumentos de precisión, maquinaria y equipo para la comunicación.
En este lunes negro las pérdidas se contabilizan en miles de millones de dólares.
Sin embargo, ante el temor de productos y manufacturas provenientes de China, se abre mercado para proveedores y trabajadores de países subdesarrollados, como México, siempre y cuando las políticas den confianza y no incertidumbre a inversores.
Según expertos, el coronavirus ha costado ya 50 mil millones de dólares a la economía mundial.
Qué estamos viviendo: China ya cerró por el Covid 19 fábricas y puso en cuarentena a provincias enteras para evitar contagios, mientras que el virus ha llegado a decenas de países.
La Organización Mundial de la Salud confirmó que solo mueren 3.4 por ciento de las personas que se contagian y aún no hay vacuna.
Los chinos ya no exportan piezas a plantas productivas del resto del mundo, ha comenzado el desabasto y, por tanto, el cierre de empresas distribuidoras.
Wuhan, el sitio de brote del Covid 19, es el lugar que mandaba partes de motores de marcas como Honda, Nissan, General Motors, Renault y Peugeot.
Como no aumenta la venta de autos tampoco se compra gasolina y ante menor demanda, el precio del petróleo tiende a bajar, y ya cayó 30 por ciento.
Los países integrantes de la OPEP para no perder, decidieron la estrategia de bajar la producción y elevar el precio del combustible, pero no contaron con la negativa de Rusia y la decisión de Arabia Saudi de no solo abaratar el costo sino de aumentar diariamente su producción en miles de barriles.
Ante ello, inversionistas reaccionan y sacan sus capitales de empresas y países que –estiman– para ellos representan un mayor riesgo.
Así este lunes 9 de marzo, en cuestión de minutos, las bolsas de valores del mundo cayeron y esta estrepitosa baja causó pérdidas multimillonarias. Las empresas de América Móvil y Grupo Carso de Slim fueron ejemplo de ello.
En México, se frenó la baja del peso con la ampliación de coberturas cambiarias, que actúan para contrarrestar la compra de dólares en los bancos, al evitar alzar su valor. Este lunes el tipo de cambio se mantuvo en el rango de los 21 pesos.
La medida hasta ahora ha funcionado, hay capacidad del gobierno para amortiguar, pero lo que no hay es certidumbre de cómo se comportará el mercado accionario, ni siquiera el de futuros, ante una pandemia como lo es el coronavirus, las reacciones no predecibles de los gobiernos del mundo y las tragedias humanas y económicas que están haciendo los fenómenos del cambio climático.
En nuestro país, por ejemplo, falta echar en marcha el TMEC, y ahora ante un nuevo panorama.
El antecedente del freno al nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y las licitaciones en el sector eléctrico y petrolero son una percepción que aún pesa en los capitalistas internacionales y que puede cobrar una costosa factura.
Ante este panorama y un futuro incierto a nivel mundial la percepción del estado de derecho, de la tenencia de la tierra y la generación de confianza a inversionistas puede hacer la diferencia, siempre y cuando los estrategas sean resilientes a este nuevo cambio mundial.
“No se trata de alarmar ni tampoco de boicotear, se trata de trabajar con más fuerza y unión, apoyar el mercado interno y tomar medidas pensantes, porque como lo decía un añejo9 político, ahora sí México nos necesita”, coinciden expertos financieros.
Este martes hubo recuperación en algunas bolsas accionarias del mundo, sin embargo, sería muy inocente estimar que la incertidumbre y la volatilidad se irán.
Se necesitarán meses para revertir el daño de las 4C y cada país deberá estar preparado verdaderamente para enfrentarlas.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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