Reabren antiguo puerto maya en la zona sur de Quintana Roo
TULUM, QRoo, 20 de enero de 2019.- La organización Red Tulum Sostenible cuestionó las fiestas masivas de música electrónica de Tulum que se realizan durante esta temporada invernal y afirmó que “es un fenómeno nuevo y preocupante, ya que la definición del destino, que se ha construido en los últimos 20 años queda totalmente desvirtuada”.
Denunció que Tulum se ha visto asediado por numerosas fiestas de música electrónica que se desarrollan a cielo abierto en la playa y en la selva.
“Tulum se ha distinguido por atraer un turismo que busca la naturaleza, la tranquilidad y la cultura; algo que contrasta fuertemente con la idea de estas fiestas de altos decibeles, que entre otras muchas cosas, afectan a la fauna
nativa”, afirmó y cuestionó:
“¿De dónde vino esta idea y por qué se eligió a Tulum? Hay que recordar que, por mucho tiempo, Playa del Carmen fue la opción de vida nocturna y reventón, mientras Tulum era el destino para disfrutar de la naturaleza”. Citó que partir del fatídico
evento del BPM en Solidaridad se prohibieron las fiestas y en Tulum empezaron a realizarse “creciendo de manera exponencial desde tres años hasta las 27 que tenemos esta temporada”, con ese aumentó Red Tulum Sostenible denunció que “también la violencia ha aumentado y ya tenemos el primer ajusticiado. Aunque hay quien afirma que fueron tres los asesinados”.
Los ambientalistas preguntan “¿Vendemos Tulum como un destino de naturaleza o como un destino de drogas, sexo y rock & roll?, no parece que sean compatibles ambos modelos, de ninguna forma”.
Afirmó que “la nueva administración municipal ha declarado su compromiso por el cuidado del medio ambiente pero, otorgando permisos para estas fiestas, no parece que sea muy consecuente con su dicho”.
Dijo que “los permisos para estas fiestas rondan 30 mil dólares por noche. Si sacamos cuentas, el Ayuntamiento (de Tulum) debe haber recaudado más medio millón de dólares. Se debe transparentar el destino de este recurso”, enfatizó.
Precisó que “la ausencia de un reglamento de eventos se ha usado como pretexto para otorgar permisos y para ser complacientes con las afectaciones al ambiente”.
El ruido no debe pasar de 68 decibeles pero que con frecuencia estas fiestas rebasan los 100 decibeles.
Por ello, dijo, se está trabajando actualmente en la redacción de un reglamento, en el que debe quedar establecido que las fiestas a cielo abierto no deben sobrepasar los niveles
de ruido reglamentadas.
“Eventos de música de este corte deberían realizarse en recintos cerrados y acústicamente aislados”, comentó.
Red Tulum Sostenible recalcó que el reglamento debe exigir planes de manejo de aguas residuales y residuos sólidos, además de medidas de seguridad que garanticen la integridad
de los asistentes.
“No estamos en contra de las fiestas, ni de la diversión. Proponemos que se convoque anualmente a los organizadores de estos eventos y que se seleccionen las mejores propuestas, considerando la calidad de la idea artística y musical, el respeto a la naturaleza, la inclusión social y el respeto de los decibeles permitidos”.
La organización manifestó que “se ha señalado que estos eventos se prestan para el lavado de dinero. No lo podemos afirmar con datos duros, pero sí podemos decir que estas fiestas están
animadas también por ingentes dosis de alcohol y de otras drogas no permitidas pero toleradas en estos contextos”.
Denunció que “como es lógico suponer, el abasto para la demanda de sustancias prohibidas estaría a cargo de alguna estructura comercial ligada a las mafias del narco. Y esto es como invitar al narco a extender su control territorial en nuestro estado”.
¿Eso es lo que queremos para Tulum?, cuestiona la organización: “¿Promover el mercado de drogas ilícitas en lugar de promover el mercado del ecoturismo?, ¿Dónde queda la propuesta de Pueblo Mágico y el decreto de Tulum como destino turístico sustentable?”; a ello le agregaron otros inconvenientes:
“Generación de aguas negras que no se sabe en todos los casos cómo son manejadas; generación de residuos sólidos sin un manejo adecuado (hemos podido ver miles de colillas sobre la
playa luego de una noche de reventón); afectación a la ciudadanía por el ruido y la inseguridad; afectación a la fauna silvestre; caos en el aforo de asistentes, que se suma al que ya existe en el camino costero y ahora se prolonga toda la noche; infinidad de desmanes en hoteles por turismo vándalo; artistas locales
desplazados; casos de sobredosis todas las noches”.
En ese contexto, los especialistas sugieren como mejor opción poner énfasis en atraer al mercado del ecoturismo.
“Este segmento de mercado es de alto poder adquisitivo y ayudaría a desarrollar el alto potencial que aún tenemos para avistamiento de aves y todas las variantes de la oferta ecoturística. Al mismo tiempo, ayudaría a proteger y conservar los espectaculares paisajes ecológicos que aún tenemos”.
Recomiendan “explorar el turismo cultural y rural, satisfaciendo a un mercado exclusivo y muy respetuoso, interesado en la convivencia con culturas diversas, con lo cual las comunidades tendrán una verdadera oportunidad de beneficiarse,
ofreciendo en forma real y directa elementos de su cultura: gastronomía, producción de alimentos, medicina tradicional, artesanías, historia y música”.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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