
Grandes Pymes
La Tarea del Sábado
“La razón por la que tenemos dos oídos y una sola boca es que debemos escuchar el doble de lo que hablamos”,
Zeno.
Un proverbio oriental dice: “Nadie pone más en evidencia su torpeza y mala crianza, que el que empieza a hablar antes de que su interlocutor haya concluido”.
El hecho de escuchar no es una actitud natural del individuo, que más bien tiende a centrarse en sí mismo o a interpretar lo poco que escucha a su manera. La verdadera naturaleza del hombre es sobre todo verbalizar sus sentimientos, juzgar y dar consejos.
Saber escuchar es una actitud difícil, ya que exige dominio de uno mismo e implica
atención, comprensión y esfuerzo por captar el mensaje del otro. Significa dirigir nuestra atención hacia el otro, adentrando en su ámbito de interés y su marco de referencia.
De lo que hablamos cuando hablamos de escuchar es de la disposición a construir un sentido con el otro a partir de estar dispuesto a recibir sus mensajes.
Piensa acerca de los beneficios de saber escuchar. Hacer mejor tu trabajo, tener comunicaciones más efectivas con tu equipo, trasladar mejor instrucciones, objetivos y valores, evitar problemas derivados de la mala comunicación, evitar situaciones conflictivas o resolverlas mejor, mejorar la relación con compañeros, jefes y subordinados.
¡Ejercitemos la habilidad de saber escuchar! Es saludable, enriquecedor y solidario, sobre todo en una sociedad en la que hay muchas personas que necesitan ser escuchadas. Únicamente cuando somos capaces de escuchar al otro, abrimos la puerta para que éste se comunique con nosotros. Por lo tanto, no subestimemos la capacidad de escuchar.
Bendecido y feliz sábado.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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