Tren Maya ¿desarrollo o ecocidio?

31 de diciembre de 2022

12:32

Tren Maya

Luisa Cárdenas/Quadratín Quintana Roo

CANCÚN, QRoo, 31 de diciembre de 2022.- Contra viento y marea, así avanza hasta el momento el emblemático, pero polémico proyecto insignia del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador en el sureste mexicano.

El propio jefe del ejecutivo puso fecha para su inauguración: diciembre de 2023, justo en un año.

La obra fue anunciada con bombo y platillo en junio de 2021 y cubrirá una distancia de más de mil 500 kilómetros, pasará por Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, pero es justo en este último, donde el ferrocarril ha encontrado sus peores tropiezos: ha tenido que cambiar de rumbo en más de una ocasión.

Activistas y ambientalistas emprendieron apenas unas semanas del inicio de las obras del primer trazo manifestaciones que tuvieron eco a nivel nacional y que luego traspasaron las fronteras internacionales, incluso artistas de reconocimiento internacional se subieron al tren de la defensa del medio ambiente en Quintana Roo.

La polémica se mantiene entre el impacto ambiental a la zona de cavernas, cuevas y ríos subterráneos en el corredor Cancún-Tulum y la llegada del desarrollo económico a comunidades indígenas y apartadas de Quintana Roo, donde ni siquiera se cuenta con un dispensario médico.

Según el gobierno de México, el Tren Maya, está pensado para mejorar la calidad de vida de las personas, cuidar el ambiente y detonar el desarrollo sustentable, pero, no todos están de acuerdo con esta afirmación.

El 31 de marzo, científicos y académicos del Instituto de Ecología, el Instituto de Economía y el Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Centro Mexicano de Derecho Ambiental alertaron sobre los graves impactos ambientales, sociales y económicos del proyecto.

Greenpeace también lanzó una petición en la que afirma que si el proyecto sigue adelante sin tener en cuenta los impactos ambientales, “se perderá la riqueza natural que ha hecho de México uno de los países más bellos”.

Argumentan que especies como el jaguar, símbolo del patrimonio cultural maya, se verán privadas de su único hábitat.

Y es que en la otra cara de la moneda, de un reto medioambiental, pasó a uno arqueológico, luego de tanto vestigios que las obras del tren han permitido descubrir, y en medio de todo este caos, los recursos legales y amparos promovidos que a la fecha prácticamente se han extinguido, o los conflictos ejidales por la indemnización de las tierras, y la expropiación de otras.

Aunque siguen surgiendo inconvenientes, el Tren Maya parece más firme que nunca, es supervisado cada 15 días personalmente por el Presidente de México, y en cada visita ajusta las tuercas de la maquinaria, la más reciente, el anuncio de un tramo elevado para proteger las cavernas y cenotes justo en el Tramo 5, y de nuevas estaciones.

Mientras tanto, Bombardier y Alstom quienes tienen una larga historia en México avanzan con la construcción de los vagones rumbo a ponerlos en marcha en diciembre de 2023.

Pero, ahora los ambientalistas advierten que instalar pilotes en los ríos subterráneos será un ecocidio y agregan que si se quiere hacer elevado, la autoridad debe hacer una nueva Manifestación de Impacto Ambiental ya que por dónde pasará es zona de probables huracanes.