Visión financiera/Georgina Howard
Suena durante los primeros días de agosto de 2022 la versión de que el Presidente de México pudiera anunciar la salida de México del T-Mec ante la “abusiva pretensión de Estados Unidos de sacar ventaja indebida de su vecino de México”.
El argumento de defender la soberanía nacional no da margen de negociación alguna.
Se defiende la soberanía o no. Ceder un centímetro de terreno, de margen, de beneficios, es equivalente a ceder toda la soberanía. Es innegociable.
Por ello, el diferendo existente en materia energética va a ir para largo y nuestro país saldrá perdiendo.
No obstante pensar en la idea de que México renunciará al T-MEC es tan absurdo como el aceptar la idea de que México cometa, por decisión de una persona, de un solo mexicano, un suicidio económico que condene al país a vivir bajo esquemas de miseria y pobreza para una mayor cantidad de familias mexicanas de aquí y en lo sucesivo.
La idea de que México salga del T-Mec es absolutamente estúpida: equivaldría a renunciar potencialmente a un modelo de desarrollo social (crecimiento económico con mejoras sustanciales en las condiciones de vida de la población) que impidiera al país sacar beneficios de un proceso de globalización, que si bien tiene muchos aspectos que mejorar, es actualmente un modelo en el que México juega un papel relevante dentro del acuerdo de libre comercio más maduro e importante de la economía global.
En el mundo se tienen registrados hacia finales de 2021 un total de 306 acuerdos comerciales a partir de las 496 notificaciones de los miembros de la OMC (0rganización Mundial de Comercio).
El primero de ellos signado en 1948 pero sin duda el más importante en 1994 cuando dio inicio el Nafta, Acuerdo Comercial de América del Norte. Este es el acuerdo que da banderazo a un proceso global que difícilmente habrá de revertirse, aunque sin duda tendrá ajustes futuros.
México ha sacado mucho provecho de nuestra relación de socios comerciales con Estados Unidos y Canadá, como lo han hecho también nuestros vecinos del norte.
En los 28 años de los dos acuerdos comerciales, el Nafta y el T-Mec, México ha vendido a Estados Unidos mercancías por un total de 6.2 trillones de dólares americanos.
Dentro de los 28 años de los acuerdos, en 27 nuestro saldo ha sido superavitario y en total de los 27 años con saldos a favor hemos vendido 1 .5 trillón de dólares más de lo que le hemos comprado a la Unión Americana.
Nos conviene a los dos, pero México ha sacado mayor ventaja.
Dígame Usted que socio comercial pudiera ofrecernos esa friolera de dinero en 28 años.
Preguntamos: si en Estados Unidos más de 6 millones de empleos directos están relacionados con el T-Mec , ¿cuántos podemos contabilizar en México?, ¿más de 12 millones?
¿En serio piensan al Presidente capaz de lanzar un petardo al futuro?, ¿sería México un país capaz de permitir que la voluntad de un solo mexicano, sin consulta nacional o estudio responsable pueda renunciar a un futuro de mayor prosperidad a partir de cerrar las puertas a lo que tenemos y no solo a eso sino a lo que puede construirse a partir de la voluntad regional entre México, Estados Unidos y Canadá?
El T-Mec es un aval de la economía mexicana. Es la puerta de entrada preferente al mayor mercado del mundo.
Es la fianza que demandaría cualquier inversión, aunque en este gobierno López Obrador se ha empeñado en demostrar que en México no hay más ley que la que él considere conveniente y a su forma de ejercer el poder.
El T-Mec no es solo un acuerdo de libre comercio, es una plataforma sobre la que se pueden articular una serie, casi infinita, de acuerdos trilaterales si somos capaces de concebir que no solo somos un país soberano y sí que pertenecemos a una región que permite trabajar conjuntamente en políticas públicas comunes de las que podemos obtener muchísimos beneficios en muchas áreas del tema económico y del bienestar.
Pero dicen que al Presidente, eso de la visión de largo plazo no se le da y por ello puede tener algún sentido pensar que el 16 de septiembre salga con algo tan absurdo como la salida de México del acuerdo comercial.
A la fecha ya tiene pie y medio como el Presidente con el peor resultado económico, pero siempre hay margen para hacer más mal las cosas.
No me da gusto ni me enorgullece, por supuesto.
ps://fb.watch/eCHnb8VKBX/ Torreblanca Jacques
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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