Visión Financiera
¿Viene la devaluación del peso?
En días últimos de la semana anterior Moody´s, la firma financiera global de análisis crediticio vaticinó que el peso mexicano experimentará una devaluación en el futuro cercano.
Eso prende las alarmas de que podamos tener un fin de sexenio como los que se acostumbraban en la década de los años ochenta o mediados de los noventa que tanto recuerda el Presidente de México.
Como lo señalan varios analistas en terreno económico, no parece que ello vaya a ser posible como lo anticipa la firma financiera global. Ciertamente todo puede cambiar con mucha facilidad, no obstante a la vista no se encuentran los elementos que pudieran provocar la depreciación del peso frente al dólar norteamericano.
Aunque no estamos bien en terreno económico , la situación por la que atraviesa el país está lejos, muy lejos en realidad, de tener un escenario como los que se vivieron en 1994 o el año 2000 o el 2008 o incluso muy diferentes a las que privaron a partir del final del primer trimestre del 2020.
Esto no quiere decir, insisto, en que las cosas vayan bien en el país en la materia económica pero hay importante diferencia respecto a cómo estaban en los años mencionados o incluso en varios de los años ochenta cuando la turbulencia económica se desató con fuerza ante unos “fundamentales” (números básicos de la economía) que ciertamente estaban fuera de los parámetros que indican salud financiera de una nación.
Nuestras Reservas Internacionales si bien manifiestan una disminución de poco más de cinco mil millones de dólares respecto a cómo terminaron el año 2021, tienen ahora un nivel muy cercano a los 200 mil millones de dólares (poco más de 196 mil millones de dólares) y a pesar de que la economía no crece lo que debiera y pudiera, sigue avanzando con un ritmo inercial mediocre pero en positivo.
Medido por su ritmo mensual la economía, vista por el Indicador Global de Actividad Económica (Igae), avanza con respecto a hace un año a pasos de 3 por ciento anual que resulta un dato bastante aceptable aunque insuficiente. El dato preocupante es que visto a ritmos comparativos mensuales, la economía mexicana lleva tres meses sin poder crecer., es decir, con intervalos de “crecimiento” de cero por ciento.
¿Entonces, por qué podemos afirmar que el peso no se va a devaluar como dice Moody´s?
Hay fundamentalmente dos factores que están apuntalando al peso, que le apoyan de manera importante y resisten la influencia de un dólar fuerte que regularmente tiene la peculiaridad de perjudicar la relación de otras monedas con respecto a la divisa de la Unión Americana.
Uno de esos factores importantísimo, es el de las remesas.
Las remesas siguen siendo un sostén muy importante para la economía mexicana. Llegan a ritmos mensuales superiores a los cinco mil millones de dólares. En agosto del 2022 se alcanzan cuatro meses consecutivos en los que las remesas superan los cinco mil millones de pesos como envío mensual.
La cifra histórica en esta materia se alcanzó en julio del presente año con cinco mil 297 millones de dólares. La cifra de agosto de remesas del presente año representa un aumento de 8 por ciento respecto al año previo y con respecto a cómo han crecido vale la pena señalar que en 1997 el total de remesas recibidas por México resultó de cuatro mil 864 millones de dólares. Es decir que en el año mencionado ser recibió en todo el año una cantidad que hoy se supera en un solo mes.
Si tomamos ese año como referencia, y aceptáramos que en este año van a llegar 60 mil millones de dólares en remesas el aumento respecto a las que llegaron en 1997 sería superior en mil 163 por ciento. Nada mal por supuesto.
Las remesas van a parar a prácticamente cinco millones de hogares en el país. Fortalecen la capacidad adquisitiva básica de los mexicanos con menores ingresos.
Ese es uno de los factores que apuntala a la economía y por supuesto al peso.
Otro factor es el de la turbina representada por el comercio exterior.
El T-MEC ha sido lo suficientemente generoso como para permitir que el comercio internacional de México tenga cifras muy robustas. Los datos más recientes hablan de exportaciones totales por 50 mil 670 mdd e importaciones de 56 mil 168 mdd. Las exportaciones crecen a ritmos anuales de 20 por ciento y las importaciones a ritmos de 21 por ciento.
Ciertamente cuando la economía de Estados Unidos se desacelere más, cosa que ya a comenzado a suceder, ese ritmo de ventas e importaciones desacelerará sobre todo en el terreno de la manufactura pero por el momento ese ritmo de comercio exterior es lo suficientemente fuerte como para conseguir que esa turbina económica del país sea la más robusta y que contribuye junto con la llegada de remesas a que el peso mexicano soporte los vaivenes internacionales y el peso mexicano se mantenga firme.
No creemos que la depreciación se acerque. Los factores señalados han jugado muy favorablemente en beneficio y estabilidad de la moneda con respecto al dólar. El gobierno federal ha tenido un desempeño muy poco afortunado en materia económica y constantemente lo apuntamos pero aún el balance no da para pensar en una depreciación como lo señala Moody´s. Ya veremos después, porque el Presidente tiene vocación para complicar las cosas, honestamente.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo
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