Gabriela Martínez/Quadratìn Quintana Roo
CANCÚN, QRoo, 16 de julio de 2018.- Las lluvias, las plagas y la falta de apoyo del gobierno estatal tienen en peligro la producción anual de más de tres mil 500 apicultores.
De los estados de la Península de Yucatán, es Quintana Roo la que menos miel ha estado produciendo en los últimos dos años, y aunque el Consejo Regulador de la Miel estima que al cierre de 2018 se contará con una producción de tres mil toneladas, los mieleros aseguran que por tercer año consecutivo se cerrará con números a la baja.
En Quintana Roo, los apicultores producen la miel más por orgullo y por tradición ancestral, que por apoyos por parte de la administración estatal, según comentó Rogelio Baruch Lucero, de la empresa Renacimiento.
El apicultor informó que desde hace un bienio, la industria ha estado estancada:
“Las lluvias han disminuido la floración y las plagas han aumentado y sin los debidos apoyos estatales no podemos hacerles frente para recuperar esta industria, que hace algunos años era un valor agregado de Quintana Roo”.
Según un informe de la Producción Pecuaria por Estado del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera, de la Península de Yucatán, Quintana Roo quedó muy por debajo en 2017, de Campeche que llegó a 33 mil 153 toneladas y de Yucatán, que produjo 30 mil 171 toneladas.
La miel de Quintana Roo es valorada en el mundo por ser orgánica. Estados Unidos y los países de la Unión Europea la escogen de entre las mieles mexicanas, pero la exportación apenas rebasa las 850 toneladas.
El sector, según datos de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Rural de Quintana Roo tiene registrados oficialmente a 351 apicultores en 41 comunidades mayas y su derrama económica asciende a 54 millones 437 mil pesos anuales, pero se sabe que más de tres mil quinientas personas en Quintana Roo se dedican a la producción de miel.
Otro de los problemas que enfrentan los productores apícolas es el coyotaje, es decir, el robo de miel quintanarroense por parte de gente de Yucatán y de Campeche, estado que ocupa el liderazgo en la península en cuanto a producción.
Una de las alianzas comerciales que pretende fortalecer la industria de la miel en Quintana Roo es la que hizo la empresa Apis Alimentaria, que se encarga de la exportación de la miel orgánica a la Unión Europea.
Apis Alimentaria es orgullosamente quintanarroense y a la fecha apoya a los mieleros de Felipe Carrillo Puerto y de José María Morelos, donde se estima existen unas 9 mil 800 colmenas.
Ante la problemática del sector y la demanda del producto por parte de Alemania, Apis Alimentaria trabaja en cubrir todos los lineamientos que se necesitan para su certificación.
Se espera que con el Centro de Innovación para el Desarrollo Apícola Sustentable en Quintana Roo de José María Morelos, haya un mejoramiento genético de las abejas a fin de elevar su productividad.
El centro pretende brindar capacitación y apoyo técnico a los productores y la certificación del producto final para fortalecer la colocación de la miel quintanarroense, con precios más elevados tanto en América como en Europa.
Entre las empresas locales, Orgánica Maya, vende el producto a cadenas hoteleras y fomenta el autoempleo. Su promotor, Carlos Roberto Poot, egresado del Instituto Tecnológico de Felipe Carrillo Puerto, trabaja en reposicionar el consumo de miel orgánica directamente en los destinos de Quintana Roo, para promocionarla de esta forma en los paladares de turistas nacionales e internacionales.
A la fecha se entregan unos 120 litros de miel a los centros de hospedaje, pero la idea es que los hoteles les apoyen para su venta en sus tiendas turísticas, como un valor agregado a los huéspedes.
Por el momento, se ofrece en un frasco pequeña dentro del room service en algunos hoteles, pero Orgánica Maya planea que el producto se expenda también en el Aeropuerto Internacional de Cancún y en plazas comerciales, “Eso esperamos sea a mediano plazo porque nos falta asesoría y financiamiento para garantizar la producción”, lamenta.
Roberto Poot integró a los pequeños productores de miel que perdían inversiones con la venta a granel para exportación y el negocio ha empezado a rendir frutos: ya se comercializa como artículo autóctono en eventos turísticos y culturales, donde es apreciada por su sabor, madurez y pureza.
La miel quintanarroense es la mejor de las mieles mexicanas, pero falta que el gobierno estatal tenga la visión de impulsar a las comunidades mieleras para que Quintana Roo no sea solo famoso por sus hermosas playas y selvas, sino también por el dulce orgánico que producen sus abejas, lo que redituará en un mejor nivel de vida de familias que se dedican a recolectar miel como lo hacían sus antepasados.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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